viernes, 8 de junio de 2012

240.

De besos en tu portal. En tu cama. O... ¡Corre, dame un beso que se cierra el ascensor! Vivo de ello. De tus besos. De tus manías, de tus vicios. Vivo esperando un beso más, el cualquier momento, en cualquier lugar. Cuando menos me lo espere, cuanto más tiempo lleve yo esperando. En la playa. En un metro destino a cualquier lugar. En el coche. Donde sea, pero solo quiero tus besos. Tan sencillos como increíbles. Los quiero nada más despertar. De desayuno. De comida, de postre. De merienda quiero tus besos. Antes de acostarme, quiero que sean tus besos lo último que vea, y lo primero al despertar. Quiero tus besos cada día que pasa, porque sin ellos me muero.