lunes, 9 de abril de 2012

Lo sabes bien, me quedaré.

Te he preparado unas tostadas con chocolate y está la televisión encendida. Te estoy esperando a los pies de una mesa limpia, de la que he apartado todas las cosas, las lágrimas que alguna vez se dejaron caer, y también todas las canciones que tú no conoces y que escuché cuando tú no estabas y yo trataba de vivir, de aprender a hacerlo. Hemos conocido tantas cosas en todo este tiempo, hemos hablado tanto, te he observado, hemos reído juntos, hemos llorado, y todo lo demás que uno hace cuando pasa el tiempo y no puede detenerlo, sabes de qué hablo, ¿verdad? Y mientras, te encontraba cerca, entre mis dedos, reflejada frente mi mirada, como en ventanas que a un poco de distancia se convierten en espejos, o debajo de las sábanas, esperándome, como si hubieses saltado a la realidad desde el fondo de mis sueños. Ha pasado el tiempo, y no te creas, tampoco sé muy bien porque el tiempo decide pasar tan rápido cuando estoy junto a ti. Tengo aquí palabras e historias que jamás te conté, quiero escucharte, saber qué hiciste tú con todo lo que uno tiene entre las manos cuando escucha los relojes avanzar cada segundo que pasa, quiero que me cuentes quién te hizo daño, quién te defraudó, a quién olvidaste, a quién empezaste a querer, quiero que me expliques cómo lo hiciste para creer, para mantenerte bien en pie, quiero que me hables de las risas que yo no escuché, y de las lágrimas que no vi. Te estoy esperando mientras pienso que quizás. Mientras pienso todo lo que casi siempre viene tras un quizás. Y sin embargo, sé que no estarás esta noche a los pies de mi cama, ni tocarás a la puerta cuando me vaya a dormir. Pero, ¿qué más da? Creo que es lo de menos, y que estoy acostumbrado. A veces ocurren las cosas cuando menos lo esperamos. Te seguiré esperando, hay tiempo de sobra. Y mientras, no vienes, porque en realidad sé que no aparecerás de repente, te seguiré buscando; encontrando, en todos aquellos lugares y rincones, en los que nunca hay nada, pero en los que apareces tú, para llevarle la contraria a la soledad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario