No te escribo por miedo a que pasará. Miedo que recorre mi cuerpo a todas horas. Ese miedo de perder a alguien que lo es todo para ti. Que incluso dejarías todo por esa persona. Ese miedo.
Mantengo la esperanza, como aquel que se agarra a un hierro ardiendo.
"Amigo, no llores por las noches,
es hora de buscar lo esencial.
Nena, ayer fueron muy duros tus reproches,
no importa más o menos, todo sigue igual"
No hay comentarios:
Publicar un comentario