martes, 19 de junio de 2018

Tantas formas de perder

Tienes que marcharte, y te vas lentamente porque cuesta. El camino se hace eterno, cuesta arriba, a veces muy cuesta abajo, pero cuando te das cuenta te chocas contra el muro. Ese muro que te recuerda quien fuiste, en quien te habías convertido.

Pero sigues. Sigues convencido, a pesar de muchas cosas, de que puedes con todo. Y puedes. Y lo haces. Y sigues.

Que pronto se olvida, y que rápido cambian los sentimientos. ¿Tal vez nos precipitamos? Algunos están cegados por la falsa realidad en la que viven, por la burbuja que les protege. Otros por la prisa, por dejar atrás el dolor, la decepción.

No somos nadie para no dejar escapar al otro. Cada uno toma sus propias decisiones, para bien o para mal, puede que te salga bien, o que te salga mal... y te arrepientas.

Me arrepiento de varias decisiones tomadas en mi vida, para que mentir. A día de hoy no me quita el sueño, pero sí desearía haber tomado otro camino. Decisiones que pueden hundir a una persona, incluso a ti mismo con el paso del tiempo. Y ya no hay vuelta atrás, no hay una puerta mágica donde puedas pasar y cambiar el pasado. Pero hay que vivir con ello. Vivirás con ello.


No hay comentarios:

Publicar un comentario